La edad, la herencia genética, las alteraciones hormonales, la inmovilidad o la vida sedentaria que hemos tenido durante estos meses de confinamiento, pueden provocar que las venas pierdan elasticidad y se dilaten.
En consecuencia la sangre, atraída por la fuerza de la gravedad, se acumula en las piernas, generando problemas como piernas cansadas, varices, etc. Asimismo, el calor del verano que empieza este mes y que ya se está dejando notar, influye negativamente en la circulación de las piernas. Hablamos entonces de Insuficiencia Venosa Crónica (IVC), que es la incapacidad de las venas para realizar el adecuado retorno de la sangre al corazón.
Si ese es tu caso puedes mejorar la salud de tus piernas con la ayuda de cremas antifatiga y el uso de drenantes que podrás encontrar en nuestra sección de parafarmacia. Y recuerda que si tienes alguna duda, puedes consultarnos y te ayudaremos en todo lo posible.
Además, los siguientes consejos naturales también conseguirán que te encuentres mejor.
10 tips para prevenir la insuficiencia venosa y el síndrome de piernas cansadas
- No permanecer de pie, quieto o sentado durante largos periodos de tiempo. Si no puedes evitarlo, trata de mover frecuentemente los pies y las piernas, realizando giros con los tobillos o levántate del asiento con frecuencia y anda un poco.
- Mantener las piernas en alto puede ayudar. Usa un reposapiés cuando te sientes en el ordenador, pon las piernas en alto cuando estés descansando y durante la noche, mejor dormir con las piernas ligeramente elevadas.
- Un poco de ejercicio cada día!! Así, mejoraremos la circulación venosa.
- Masajes en piernas y tobillos nos ayudan. Aprovecha cuando estés tumbado para hacerlo, desde los pies hasta los muslos.
- La ducha es tu aliada. Podemos activar la circulación alternando duchas no excesivamente calientes (de 38º como máximo) con duchas frías en las piernas. Termina con agua fría a las pantorrillas en sentido ascendente, para aliviar la sensación de pesadez.
- Las prendas de ropa muy ajustadas son desaconsejables porque pueden dificultar el retorno venoso desde las piernas al corazón. Conviene evitar toda fuente de calor (saunas, depilación mediante cera caliente, tomar el sol en las piernas…), ya que estimulan la dilatación de las venas y la aparición de varices.
- Atención a la alimentación. Tanto el sobrepeso como el estreñimiento pueden afectar a la circulación. Para prevenirlos, resulta clave seguir una dieta rica en fibra, frutas, verduras y cereales.
- El ejercicio, fundamental. Las actividades que más benefician a la circulación de las piernas son la natación o el caminar.
- Hábitos sanos. Evita el tabaco y el alcohol.
- Medias de compresión. Ayudan a aproximar las paredes de las venas, evitando que permanezcan dilatadas, facilitando que las válvulas cierren bien y que la sangre ascienda correctamente.
Fuente: Cinfasalud