Sudar cuando hacemos ejercicio, estamos nerviosos, hace calor o tenemos fiebre, es lo normal. Pero cuando sin motivo aparente, te sudan las manos, pies, axilas o la cara… te sientes mal, no sabes dónde meterte y tienes que buscar alguna excusa para justificar una situación que no puedes controlar, la hiperhidrosis forma parte de tu vida.
Lo que te está ocurriendo es una mala regulación de la actividad de las glándulas sudoríparas que, en tu caso, son más activas de lo normal.
Sin embargo, también hay trastornos que pueden provocar sudoración intensa, como la diabetes, los sofocos de la menopausia, problemas en las glándulas tiroideas, nivel bajo de azúcar en sangre, algunos tipos de cáncer, ataque cardíaco, trastornos del sistema nervioso, e incluso algunas infecciones.
¿Qué podemos hacer para mejorar la hiperhidrosis?
Prevenir, la prevención te ayudará a sentirte más segur@. Por eso te recomendamos que sigas estos consejos:
- Mantén tu casa y el lugar de trabajo fresco y bien ventilado.
- Extrema la higiene corporal. Usa un gel de baño con antisépticos, lleva las axilas depiladas y utiliza desodorantes que contengan clorhidróxido de aluminio para reducir al máximo el posible mal olor corporal. Especialmente en los pies, usa ácido bórico o polvos de talco para regular la sudación.
- Usa prendas ligeras que permitan la transpiración, con fibras sintéticas en vez de fibras naturales, ya que repelen el sudor y mantienen la ropa seca. Acuérdate de llevar siempre una muda de ropa para poder cambiarte a lo largo del día si fuera necesario.
- Evita las bebidas excitantes (alcohol, café, té), el tabaco y los alimentos picantes. Bebe agua suficiente para que tu cuerpo no sienta calor.
- Reduce los efectos psicológicos relacionados con la sudoración, como el estrés, la tensión y la ansiedad.
- El acúmulo de grasa en el cuerpo es una de las causas de la sudoración. Modera el consumo de alimentos grasos como los embutidos, el chocolate, la mantequilla, el queso…
- Si te sudan las manos, aparece un desagradable efecto de manos húmedas. Cuando el problema es puntual, aplicar polvos de talco en las palmas es suficiente. Pero si el problema es constante, hay que utilizar una loción antitranspirante antes de acostarte, tras lavar y secar muy bien las manos, todos los días o un par de veces por semanas.
En cualquier caso, si el problema de hiperhidrosis persiste, acude a tu médico.