¿Sabías que tener una piel sana es la mejor barrera para impedir la entrada de microorganismos nocivos en nuestro cuerpo?

La piel es el mayor órgano del cuerpo humano, con una superficie de 2 m² y un peso de hasta 10 Kg. De manera natural, tiene una disposición que impide la entrada de microorganismos, cuerpos extraños y radiaciones solares perjudiciales. Posibilitando al mismo tiempo la salida de líquidos y células. Es importante en la regulación de la temperatura corporal y produce vitamina D tras exponerse al sol. Cumple una función de escudo: combatir las agresiones externas y regular la pérdida de agua.

Un lavado demasiado frecuente y/o el uso de geles hidroalcohólicos, alcohol y otros desinfectantes, puede provocar la desecación de la piel, dañar su barrera de permeabilidad y desencadenar problemas.

Pero los labios son un tipo de piel muy especial, delgada y delicada, que se seca unas diez veces más rápido que el resto de la piel de la cara. En consecuencia esa parte de nuestro rostro requiere de un cuidado especial. Por ello, el uso continuado de mascarillas ha hecho que surjan alteraciones en la piel de los labios como la sequedad y las grietas.

Recuperar unas manos y labios sanos e hidratados es indispensable para estar protegidos de agentes externos nocivos como los microorganismos

Así que vamos a ver cómo podemos consegirlo. Recuerda que, con los cuidados adecuados, volveremos a tener una piel sana que podremos mantener fácilmente.

Manos

Hay que aplicarse cremas de manos hidratantes durante el día y antes de ir a dormir. Es bueno llevar siempre encima una crema de manos. Así podrás usarla en cualquier sitio y en cualquier momento. Hazlo en dos sencillos pasos:

1. Aplica primero una gota en el dorso de la mano.
2. Frota y masajea alrededor de los dedos y las cutículas.

Labios

• Aunque lamerse los labios es casi un acto reflejo cuando están secos para humedecerlos, la saliva provoca mayor sequedad. No lo hagas.
• Evita morder o arrancar bruscamente las pieles de los labios.
• Imprescindible: mantener una buena hidratación utilizando productos reparadores e hidratantes varias veces al día y antes de acostarte.
• Lleva siempre encima un bálsamo hidratante que puedas ponerte antes y después del uso de la mascarilla.

Por último y hablando de hidratación no podemos olvidar que nuestro gran aliado es el AGUA. Hay que beber entre 1,5 y 2 litros de agua al día.