Existen múltiples factores que pueden afectar negativamente a la salud de la piel. Los rayos solares, las altas temperaturas, el tabaco, una alimentación no adecuada, el estrés o la falta de sueño son las causas más comunes. Sin embargo, no podemos olvidarnos de la contaminación, la polución ambiental o el maquillaje. En concreto, debemos tener en cuenta que:
- La radiación UV en exceso puede provocar daños visibles como hiperpigmentación, envejecimiento cutáneo y quemaduras.
- El tabaquismo provoca un envejecimiento prematuro en la piel, generando arrugas y secando la piel.
- Una alimentación no adecuada, pobre en antioxidantes y rica en grasas, repercutirá de manera directa.
- El estrés y la falta de sueño facilita la aparición de bolsas y ojeras.
- La piel, a diferencia de otros órganos, no tiene un mecanismo de limpieza propio y tiende a acumular impurezas en su superficie debido a la contaminación y al maquillaje.
Entonces…. ¿Cómo puedo prevenir?
La fotoprotección es la forma adecuada de protegerse del sol todo el año, es “la mejor crema antiarrugas” que podemos utilizar. Por lo tanto, cuanto más completa sea esa fotoprotección, más medios estaremos usando para combatir al astro que nos alumbra cada día. Debemos poner especial cuidado en la piel del cuello, escote y manos. Éstas son las zonas más expuestas al sol que a veces olvidamos.
También es importante saber que, con las altas temperaturas, nuestra piel se deshidrata. De ahí que sea fundamental mantener nuestro cuerpo hidratado bebiendo unos 2 litros de agua al día y no olvidarnos de usar una buena crema o serum hidratante todos los días.
El tabaco no es bueno para nuestra piel, pero tampoco lo es para nuestra salud en general. Dejar de fumar es una necesidad para estar saludables.
También es recomendable aumentar la cantidad de frutas y verduras de nuestra dieta, ya que suponen un aporte extra de antioxidantes, muy necesarios en prevenir el envejecimiento cutáneo.
Para intentar controlar el estrés es importante concienciarnos de la importancia de dormir y descansar. Debemos reservar tiempo de relax en nuestra rutina diaria. Estar bien organizados e incluir el ejercicio físico en nuestra vida, puede ayudarnos.
La higiene diaria facial es crucial para tener un rostro limpio y fresco. Por la mañana nos ayuda a liberarnos de los detritus que nuestro cuerpo ha eliminado durante la noche. Por la noche, nos ayuda a eliminar los restos de contaminación y maquillaje. La exfoliación semanal ayuda a tener el grosor de piel adecuado.